Me pide un amigo “moro” que también este año preste mi colaboración a la revista “DIA CUATRO QUE FUERA”. Considero que escribir cosas de fiestas no siendo festero activo y sin pertenecer, además, a ninguna comparsa, es arriesgado y puede representar “una aventura”. Pero voy a procurar hacerlo sobre algo que, reseñado por Pedro Hernández Hurtado, ya fue publicado en otro boletín de esta revista hace unos años. Se trata del Trono de la Virgen. Yo voy a aportar más detalles, curiosidades y anécdotas relacionadas con él, para que puedan añadirse a la historia del mismo.
Una de las personas que el año 1947 componían la Comisión que fue designada para organizar los actos de las Bodas de Plata de la Coronación de la Virgen, era Vicente Valdés Archent, fallecido hace unos meses, concretamente el 14 de noviembre de 1991. Este encargó a su suegro, profesional del ramo de la madera, la compra de la que pudiera precisarse para la construcción del trono, quien la adquirió en el almacén de J. Baeza, en Alicante.
Todos los miembros de la Junta, por unanimidad, eligieron para hacerlo a Francisco Lorente Valera, más conocido por “Paco Carretas”, ya que esta persona era conocedora de las particularidades del existente antes de la guerra civil, pues su padre y él ya colaboraban en el montaje y manejo de aquél.
Una de las personas que el año 1947 componían la Comisión que fue designada para organizar los actos de las Bodas de Plata de la Coronación de la Virgen, era Vicente Valdés Archent, fallecido hace unos meses, concretamente el 14 de noviembre de 1991. Este encargó a su suegro, profesional del ramo de la madera, la compra de la que pudiera precisarse para la construcción del trono, quien la adquirió en el almacén de J. Baeza, en Alicante.
Todos los miembros de la Junta, por unanimidad, eligieron para hacerlo a Francisco Lorente Valera, más conocido por “Paco Carretas”, ya que esta persona era conocedora de las particularidades del existente antes de la guerra civil, pues su padre y él ya colaboraban en el montaje y manejo de aquél.
Vivía Paco en una casa de porche grande en la calle llamada entonces “18 de Julio” (antiguamente y ahora calle de la Cruz) y allí, ayudado a ratos por otro trabajador del mismo ramo, Luciano Arráez, fue midiendo, cortando y montando maderas hasta conseguir, tras varios meses de trabajo, la obra que con tanto interés le había encomendado la Junta de la Virgen. Terminado el Trono y para comprobar si es que pudiera existir algún fallo o defecto, y a la vez calcular el tiempo que podría precisarse para su colocación, fue montado en el patio interior de la bodega de D. Joaquín Pérez-Marsá Maestre, a la sazón presidente de la mencionada Junta. Colaborando en el montaje estuvieron varios miembros de la misma y de la Comisión Organizadora, congratulándose todos ellos de que este deseo de tantos y tantos villenenses hubiera podido realizarse. Aunque el artífice de la obra era “Paco Carretas”, hay que hacer constar que las molduras y tallas las confeccionó un artesano de Valencia llamado José Casanova Peris.
El mecanismo para la elevación y bajada de escalones, así como el correr de las velas, era entonces accionado a mano, hasta el año 1987 en el que se colocó un motor eléctrico. Aquel trabajo lo realizaban Francisco Lorente, Luciano Arráez y un primo de Lorente al que se le conocía por el apodo de “Rojico Carretas”. Transcurridos varios años se hicieron cargo del montaje, desmontaje y accionamiento del trono los hermanos José y Vicente Galbis Milán, carpinteros profesionales. Más tarde, y todavía en la actualidad, son los hijos de este último los encargados de tales operaciones.He escrito al principio que iba a referirme a algunas anécdotas relacionadas con este monumento de madera y tela en el que queda instalada nuestra Patrona durante los días que está en la ciudad. Y es que en algunas de las piezas que forman el Trono hay notas escritas a lápiz que son las que me han sugerido la idea para redactar este artículo. Por ejemplo: en la mesa del altar y en su parte posterior, se puede leer: “Francisco Lorente. El trono se hizo el año de las Bodas de Plata, que fue el año 1948, siendo presidente Joaquín Pérez”. (Se omite el segundo apellido de éste y el de quien en su mayor parte lo hizo).
En una madera lateral de las que sostienen el radiante también se indica: “El actual dosel se colocó el año 1950, siendo presidente D. Alfonso Arenas”. La madre de éste, Dª Isabel García, era entonces, en 1950, presidenta de la Comisión de Damas de la Junta. La tela para el mencionado dosel frontal (de raso blanco), así como la de damasco rojo que se cuelgan como cortinajes en los laterales del altar en los días que la Virgen está en la Parroquia de Santiago, se compraron en Valencia. La confección de ambas cosas le fue encomendada a las religiosas del Colegio de San Vicente de Paúl (Paúlas) de aquí de Villena, siendo Superiora del mismo una de ellas, muy querida por todas las alumnas y pueblo en general que se llamaba Sor Benigna Beneito. Por ésta, para dirigir los trabajos, fueron designadas dos personas: Sor María, que todavía se encuentra en este colegio y una villenera de pura cepa que desde el año 1954 es religiosa Trinitaria: Vicenta Ramírez Cantó. Las cortinas y el dosel frontal se hicieron por suscripción voluntaria y se recaudaron 19.205'95 pesetas “de aquellas”, como dice Pedro Hernández; en su confección se gastaron 18.971'05, quedando un superávit de 234'90. Así se hace constar en una hoja que fue repartida al terminar las fiestas de aquel año 1950, en la que se detallan los nombres y las cantidades entregadas por los donantes, así como los gastos habidos, entre los que figuran: “Por flecos y colgaduras, a J. Esquembre, 700 pesetas”, y otro apartado de “Por flecos y borlas, 570 pesetas”. Al final de la hoja, en su parte izquierda, se hace constar: “Las señoras y señoritas Damas de la Virgen, han costeado las molduras o galerías del dosel por un importe superior a las 1.300 pesetas”.
El año 1986, a los 38 desde que se hiciera el Trono, fue necesario pintar nuevamente éste, así como reparar el radiante que figura delante del dosel por estar muy deteriorados, ascendiendo su importe total a 990.897 pesetas. El restaurador de ambas cosas fue D. Bartolomé Carabal.
Son datos, quizá alguno de ellos de escasa importancia, que pueden servir para aumentar la historia y perpetuar lo que va acaeciendo en nuestra ciudad en el transcurso de los años.
FRANCISCO NAVARRO POVEDA
DIA 4 QUE FUERA 1992
El mecanismo para la elevación y bajada de escalones, así como el correr de las velas, era entonces accionado a mano, hasta el año 1987 en el que se colocó un motor eléctrico. Aquel trabajo lo realizaban Francisco Lorente, Luciano Arráez y un primo de Lorente al que se le conocía por el apodo de “Rojico Carretas”. Transcurridos varios años se hicieron cargo del montaje, desmontaje y accionamiento del trono los hermanos José y Vicente Galbis Milán, carpinteros profesionales. Más tarde, y todavía en la actualidad, son los hijos de este último los encargados de tales operaciones.He escrito al principio que iba a referirme a algunas anécdotas relacionadas con este monumento de madera y tela en el que queda instalada nuestra Patrona durante los días que está en la ciudad. Y es que en algunas de las piezas que forman el Trono hay notas escritas a lápiz que son las que me han sugerido la idea para redactar este artículo. Por ejemplo: en la mesa del altar y en su parte posterior, se puede leer: “Francisco Lorente. El trono se hizo el año de las Bodas de Plata, que fue el año 1948, siendo presidente Joaquín Pérez”. (Se omite el segundo apellido de éste y el de quien en su mayor parte lo hizo).
En una madera lateral de las que sostienen el radiante también se indica: “El actual dosel se colocó el año 1950, siendo presidente D. Alfonso Arenas”. La madre de éste, Dª Isabel García, era entonces, en 1950, presidenta de la Comisión de Damas de la Junta. La tela para el mencionado dosel frontal (de raso blanco), así como la de damasco rojo que se cuelgan como cortinajes en los laterales del altar en los días que la Virgen está en la Parroquia de Santiago, se compraron en Valencia. La confección de ambas cosas le fue encomendada a las religiosas del Colegio de San Vicente de Paúl (Paúlas) de aquí de Villena, siendo Superiora del mismo una de ellas, muy querida por todas las alumnas y pueblo en general que se llamaba Sor Benigna Beneito. Por ésta, para dirigir los trabajos, fueron designadas dos personas: Sor María, que todavía se encuentra en este colegio y una villenera de pura cepa que desde el año 1954 es religiosa Trinitaria: Vicenta Ramírez Cantó. Las cortinas y el dosel frontal se hicieron por suscripción voluntaria y se recaudaron 19.205'95 pesetas “de aquellas”, como dice Pedro Hernández; en su confección se gastaron 18.971'05, quedando un superávit de 234'90. Así se hace constar en una hoja que fue repartida al terminar las fiestas de aquel año 1950, en la que se detallan los nombres y las cantidades entregadas por los donantes, así como los gastos habidos, entre los que figuran: “Por flecos y colgaduras, a J. Esquembre, 700 pesetas”, y otro apartado de “Por flecos y borlas, 570 pesetas”. Al final de la hoja, en su parte izquierda, se hace constar: “Las señoras y señoritas Damas de la Virgen, han costeado las molduras o galerías del dosel por un importe superior a las 1.300 pesetas”.
El año 1986, a los 38 desde que se hiciera el Trono, fue necesario pintar nuevamente éste, así como reparar el radiante que figura delante del dosel por estar muy deteriorados, ascendiendo su importe total a 990.897 pesetas. El restaurador de ambas cosas fue D. Bartolomé Carabal.
Son datos, quizá alguno de ellos de escasa importancia, que pueden servir para aumentar la historia y perpetuar lo que va acaeciendo en nuestra ciudad en el transcurso de los años.
FRANCISCO NAVARRO POVEDA
DIA 4 QUE FUERA 1992
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