Descanse en paz. Febrero 2012
“Un día 7 de septiembre que abajaba con el carro por ahí por la calle Ancha, que venía de cortar seis o siete gavillas de, deso del panizo, no m’acuerdo como se llama ahora. El panizo, lo de arriba, de arriba de la panocha, metía así la mano y hacías ¡clac!, y eso valía para las caballerías. Como no teníamos ni una puta perra, ni pa comprar una gavilla de alfalfe, pues un día 7 de septiembre, eran las 10 de la mañana o las 9 que abajaba yo por la calle Ancha con mi carro y mi macho, más chulo pa abajo, y vi un retratista y digo, ¡chacho, échame un retraso así!. Y ese sí que lo tengo (…) Tendría yo ahí pues unos 17 o 18 años” (Pedro Navarro).
“Un día 7 de septiembre que abajaba con el carro por ahí por la calle Ancha, que venía de cortar seis o siete gavillas de, deso del panizo, no m’acuerdo como se llama ahora. El panizo, lo de arriba, de arriba de la panocha, metía así la mano y hacías ¡clac!, y eso valía para las caballerías. Como no teníamos ni una puta perra, ni pa comprar una gavilla de alfalfe, pues un día 7 de septiembre, eran las 10 de la mañana o las 9 que abajaba yo por la calle Ancha con mi carro y mi macho, más chulo pa abajo, y vi un retratista y digo, ¡chacho, échame un retraso así!. Y ese sí que lo tengo (…) Tendría yo ahí pues unos 17 o 18 años” (Pedro Navarro).
1947/48: Pedro Navarro Cerdán “el Mayoral”, 7 de septiembre
La experiencia de este hombre en la profesión del yeso ha sido recopilada en el libro “Los yesares de Villena. Arqueología y etnografía”, Premio de Investigación 2011 de la Fundación Municipal “José María Soler”.Pedro Navarro, “el Mayoral”, trabajó en la cantera de yeso de su padre Baldomero situada en el paraje de Las Cabezuelas, desde que tenía 12 o 13 años y durante 15 años (entre 1942 y 1957). En sus expresiones y recuerdos de este antiguo oficio, desaparecido de nuestra ciudad, se acumulaban un sinfín de experiencias duras, que dejaron una profunda huella en su personalidad.
Nosotros seguimos recordando con emoción la figura de Pedro Navarro, sentado en la puerta del comercio de sus hijos en la Plaza del Rollo. Desde aquí queremos expresar nuestro más sincero agradecimiento y pésame a su familia. Sus memorias y recuerdos han sido fundamentales para nuestra investigación, editada por la Fundación Municipal “José María Soler” con el título Los yesares de Villena (Alicante). Arqueología y etnografía. Estos recuerdos, y los archivos de audio que conservamos con sus declaraciones, se encuentran escritos para la posteridad y forman parte de la historia reciente de nuestra ciudad. Por todo ello, consideramos obligado rendirle este sentido homenaje, desde estas humildes páginas, a esta persona, que ha dejado una profunda huella en nosotros.
Descanse en paz, porque nosotros no podemos descansar y seguiremos adelante reconfortados por su recuerdo.
Jesús García Guardiola
Cristina Rizo Antón
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