27 mar 2024

1988 MOROS REALISTAS

EL TRAJE DE MORA REALISTA: ENTRE LA TRADICIÓN TUNECINA Y LA REALIDAD DE LAS FIESTAS DE MOROS Y CRISTIANOS
Llegado el momento de presentar el traje de Mora Realista es necesario hacer un recorrido por los elementos y circunstancias que lo envuelven, por su actualidad y su pasado, por nuestra sociedad y la musulmana tan diferentes hoy pero con un ayer común que ha marcado la Historia.
La aportación del traje y sus complementos a la cultura así como el reflejo de la ideología de las costumbres de cada tipo de sociedad a través del mismo, son hechos de indudable relevancia. Aderezos, joyas y bordados suponen una creación constante del artista que llega a conseguir piezas de incalculable valor. Por otra parte, el vestido nos acerca al grado de civilización de las sociedades y a su evolución, siendo fiel reflejo de sus creencias religiosas, de las escalas o estamentos sociales y de los papeles asignados a los componentes de las comunidades.
Durante ocho siglos vivieron en España los musulmanes aportando una cultura floreciente eclipsada tras la Reconquista y rechazada con la expulsión de los moriscos en 1609, que marchan principalmente al norte de África, siendo Túnez el lugar que mayor información aporta sobre su asentamiento, actividades comerciales y profesionales.(1)
Existe una identidad entre los trajes femeninos de Túnez y la España musulmana según la documentación referida a la subsistencia del traje femenino en Granada tras la Reconquista.(2) A finales del siglo XV y principios del XVI, el mudéjar seguía vistiendo libremente con ropa tradicional y continuaba con las costumbres y ritos propios de su religión, hechos inevitables aún tras la conversión forzosa al cristianismo llevada a cabo entre 1519 y 1521, que lejos de igualar su situación a la de los cristianos viejos mantiene para los moriscos una relación de vasallaje y sumisión a la nobleza con fuertes gravámenes tributarios.(3)
Al estudiar el traje morisco y tunecino es necesario hacer un esbozo del papel desarrollado por la mujer en Islam. En líneas generales se puede decir que la única función de su vida era atender y preparar todo lo que se relaciona con su boda, bajo la potestad del jefe de familia, y guardar fidelidad al marido así como educar a los hijos, una vez casada.
(1) MIQUEL DE EPALZA. Moriscos et Andalous en Tunisie au XVII siecle. En Receuil d'études sur les Morisques Andalous en Tunisie. EPALZA-PETIT
(2) BEN TANFOUS, A.- SUGIER, C. y otros. Les costumes traditionnels feminins de Tunisie. p. 18
(3) MARTINEZ GOMIS, M. El problema morisco en tierras alicantinas (1520-1614). vol.IV Historia de la provincia de Alicante.
(4) PAREJA, F.M. Islamología p.160
El Corán se declara abiertamente por la superioridad del varón en su capacidad jurídica, ofreciendo una cierta equiparación de éste con la mujer desde el punto de vista religioso. (4) La mujer casada, dentro de la ortodoxia, no podía salir sin el permiso de su marido, ni recibir visitas de varones que no pertenecieran a la familia y debía llevar el rostro cubierto en público. Como única compensación podía disponer de unas ventajas económicas, siendo libre para disponer de sus bienes sin que el marido pueda intervenir. Sólo con los nuevos programas políticos-sociales que finales del siglo XIX se intentará alcanzar una equiparación entre hombre y mujer basada en la educación femenina y el ejercicio laboral. (5)
La vida musulmana, que gira en torno a la religión, ve resumida su actividad social fundamentalmente a las grandes celebraciones como fiestas de circuncisión y bodas, en las que los invitados visten sus mejores atuendos. Profundizando en dichas celebraciones con-vendría detenerse en la singularidad del acto de la boda punto a partir del cual voy a intentar una aproximación de los trajes actualmente utilizados en las Fiestas de Moros y Cristianos con los llevados en estos actos.
Las fiestas nupciales tienen una duración de varios días, con una serie de etapas establecidas, como son, en Túnez:
Purificación de la novia. Supone un retiro de la novia que incluye la purificación por medio de agua, ablución, y la aplicación dehenné o polvo de alheña.
Consumación del matrimonio. Rito de revelación o presentación de la novia al novio en la que tiene lugar la exposición del equipo o ajuar de la novia y que dura varios días. El ajuar depende de los medios de la familia, pero cuando la novia era de familia pobre recibía prestado de las clases adineradas los aderezos de boda como obra piadosa.
Séptimo día de bodas o día de la cintura. Rito asociado a los peligros que acechan la fecundidad según el cual la mujer va vestida con un hermoso traje sujeto a la cintura por un cinturón, este día, la casada se integra en la familia del marido para atender los menesteres de la casa.(6)
Cada una de estas etapas supone una fiesta con música y baile en la que la novia debe aparecer con las ropas que ha ido realizando en su juventud. En las buenas familias se designaba una persona para enseñar a las muchachas a confeccionar sus equipos además de ofrecerles instrucción de tipo moral, la m'alma, considerada de origen andalusí. (7)
Los trajes de la Fiesta de Moros y Cristianos gozan de la suntuosidad propia de los ajuares de novia, así como de la ropa empleada por bailarinas y mujeres de placer. Sin embargo, hay que precisar que estos poseen unos valores intrínsecos que les aportan el esplendor, belleza y vistosidad que les caracteriza, los cuales dependen en todo momento de la capacidad de los creadores que con su imaginación y sensibilidad son los que determinan el conjunto estético final que se intenta estudiar.
Para llevar a cabo este estudio es necesario analizar las características de los trajes que componen el equipo de novia y que tras el casamiento pasarán a considerarse trajes de fiesta llevados en los actos sociales.
Según Laver existe una división general entre trajes ajustados y trajes drapeados, considerando la mayor parte de la indumentaria actual dentro de la primera categoría, (8) clasificación en la que encaja perfectamente el traje femenino tradicional de Túnez puesto que existen en el país dos zonas distintas: la del traje drapeado y la del traje cortado y cosido.
La primera zona corresponde a la de los pueblos o tribus nómadas que cubren su cuerpo con una gran tela tejida llamada húli, arrollada según una forma determinada. Esta posee algunos detalles de adorno, ya sean líneas o motivos geométricos, producidos por el mismo tejido, tipología que se usa principalmente en el sur y oeste de Túnez.
La segunda zona comprende las ciudades con población sedentaria en las que las mujeres cortaban y cosían sus ropas y ajuares adornándolos con bordados. (9)
(5) Ibid. pp.567-627
(6) Les costumes traditionnels feminins de Tunisie pp.11-12.
(7) Ibid. p.13.
(8) LAVER, J. Breve historia del traje y la moda p.9.
(9) Les costumes traditionnels feminins de Tunisie pp. 7-9.
El traje de la mujer musulmana es diferente y profundamente rico en cada una de las regiones de Túnez, sin embargo es posible hablar de unos elementos fundamentales que variarán poco en formas, tejidos y adornos, que recibirán nombres diferentes en cada comunidad. En general, se pueden considerar como prendas componentes del traje las siguientes:
La camisa o bluza que se realiza con un tejido de textura fina adornado y de la que aparecen sólo mangas y cuello bajo la túnica o el chaleco.
En el pantalón se observan dos variantes, el de diseño más antiguo es amplio por la parte superior estrechándose hasta llegar al tobillo; mientras que en el segundo está constituido por los bombachos, empleados actualmente por la mayoría de las novias en su boda. Si tenemos en cuenta la investigación de Aziza Ben Tanfous, llevada a cabo en Anatolia y Estambul, este pantalón no tiene el corte del empleado por las mujeres turcas como se ha afirmado normalmente, sino que será el resultado de la evolución del tradicional tunecino bajo la influencia del traje militar.
El chaleco o farmla, pieza importante por la riqueza que presenta en sus bordados y pasamanerías doradas o plateadas. Se caracteriza por llevar importantes hombreras rígidas o mangas, respondiendo siempre los bordados a motivos florales.
La túnica varía en forma y longitud según las zonas en las que se utilicen y el motivo por el que se lleven. Así se denominan jebba a la túnica bicolor de uso ordinario en Bizerta, Túnez, El Cap-Bon y Sfax y jelwa a la túnica que lleva la novia el día de la presentación al marido, llamada qmejja en Túnez y El Sahel, que está totalmente cubierta de bordados realizados con hilo de plata dorado o hilo de oro.
El faldón, füta, en el que las mujeres se envuelven desde la cintura al tobillo anudándolo en el vientre.
El húli o vestido drapeado empleado en Jerba que pasa al velo de salida llamado sefsári en Túnez, melhafa en Matmata y almélafa en Granada.
Los chales tienen un significado especial de modo que los de las muchachas jóvenes serán de color blanco, las casadas lo llevarán rojo y negro las mujeres de edad madura.
Existe una prenda especial para el atuendo del 7… día de las bodas que sujeta el vestido drapeado a la cintura, es la hzám. Constituye una especie de cinturón con motivos bordados o de colores destacando en algunos casos los flecos de seda multicolor.
Por otra parte una de las piezas más preciadas del aderezo femenino llevada el día de la boda y los días de fiesta, es un peinado muy original generalmente denominado qúfiya. (10)
Como en los vestidos se encuentran ,dos tipos de tocados: los de las mujeres beduinas que se realizan a base de velos drapeados y anudados, y los de las mujeres de la ciudad que se componen de un gorro rígido con un volante de tela generalmente en tela bordada. Las formas rígido con un volante de tela generalmente en tela bordada. Las formas del gorro son diferentes según la región a la que pertenezcan, así en' a región de Túnez tiene forma de cono alto llamado dúka; en Djerba, Sfax y Madhia es redondo y bajo y en el Cap-Bon, el Sahel de Bizerta se encuentra un tipo intermedio en forma redondeada, pero con un frontal en pico que no sobrepasa los 4 o 5 cm.
En cuanto a los materiales empleados destaca la lana, utilizada no sólo para el velo o manto sino también para el resto de las prendas. En el siglo XIV se fabrican tejidos con otras fibras, como el de lino, seda y algodón por separado o combinados entre sí y con lana. (11)
Otros de los elementos importantes a tener en cuenta son las joyas, pedrerías y perlas, imprescindibles en el equipo de toda muchacha tunecina. Las que llevaban las campesinas eran de plata mientras que las ciudadanas las utilizaban en oro. En este aspecto hay que señalar la influencia de una comunidad judía establecida en Moknine, al sur de El Sahel, de origen andalusí que fueron grandes orfebres (12). Entre las joyas realizadas por sus descendientes se ha encontrado una, realizada en oro de 9 quilates, que reproduce con gran parecido los modelos de Granada en el siglo XV.
(10) SUGIER, C. Les coiffes feminines de Tunisie. En Receuil de'études sur les Morisques Andalous en Tunisie EPALZA-PETIT.
(11) Les costumes traditionnels feminins de Tunisie p.22
(12) Ibid. pp. 108-109.
Ante la entrada de la mujer en nuestras fiestas, es imposible dejar a un lado la cantidad de opciones que ofrece el estudio anterior a la hora de elaborar un traje oficial femenino. Un traje que, a pesar de encontrarse sujeto a unos parámetros fijos como colorido, línea y tejidos, permite su elaboración según la condición y gusto de las personas que deberán vestirlo y posibilita una conjunción entre su fantasía y el rigor histórico.
Después de estudiar los trajes tradicionales de las distintas regiones tunecinas y exponer nuestras ideas e inquietudes, se ha llegado a la elaboración de un conjunto ecléctico de estética refinada que se ajusta a la realidad histórica en el contexto de nuestra fiesta. Así, los elementos que van a componer el traje oficial de Mora Realista son los siguientes:
La camisa, que es del tipo de la bluza tunecina y se realiza en tejido de gran caída. De línea recta aunque se manga amplia se recoge en un puño.
El pantalón es el resultado de la conjunción del llevado tradicionalmente por las mujeres andalusíes y el de tipo bombacho. Se trata de una prenda amplia en la parte superior y abombada hasta la entrepierna, altura a partir de la cual se recoge como la blusa, por un puño ajustado, reflejo del traje morisco.
El chaleco ofarmla presenta dos características fundamentales: las mangas y la pechera de color blanco. Ambas están bordadas de manera sencilla con motivos que participan de las formas geométricas y vegetales conjugados con la pasamanería, de gran importancia en los trajes de las regiones de Túnez y El Sahel, concretamente en Mahdia.
Por otra parte, la espalda ofrece la posibilidad de acercarse a la libertad imaginativa del dibujo siguiendo la línea fijada para el chaleco de Moro Realista, hecho que nos aleja del rigor histórico con el que veníamos trabajando para centrarnos en esta típica tradición- villenense.
La capa pierde protagonismo en la parte delantera dejando paso a la originalidad de las prendas que cubren directamente el cuerpo, el sefsári o húli sufre, así una transformación en tela drapeada por la sujeción a los brazos mediante dos brazaletes. Está formado por dos caídas de tela encontradas en un bordado a cada lado de la costura de modos semejante al hrám nfási (13). Este bordado concuerda con el del chaleco y se realiza en morado y oro. Como único adorno la capa presenta una gran borla bicolor en la parte inferior.
El faldón, con el que se pretende dar un aire femenino y un toque de luminosidad a la sobriedad a la sobriedad del conjunto se traduce en la de la fùta y el hzám, siendo éste drapeado y ceñido a la cintura anudándose de tal forma que deja al aire dos caídas de tela rematadas con largos flecos multicolores similares a las del cinturón que recoge el vestido de la novia en el llamado día de la cintura o cinturón en Mahdia.
Por otra parte, se pretende con esta prenda mantener una de la característica que definen la variante masculina del traje oficial de la Comparsa: las caídas de la faja.
En la cabeza un típico tocado similar al que utilizaban las moriscas y que presenta características comunes con la qúfiya de Mahdia. Está formado por un pañuelo sujeto a un rígido trenzado que cae sobre la espalda en un claro contraste de colores.
Como complemento aparecen dos anchos brazaletes dorados que sujetan la capa. La bisutería sobre el chaleco a modo de cadenas cuyo único adorno lo componen tres medias lunas como símbolo del Islam. El cetro que tiene en este caso una significación de insignia es el último de los elementos que adornan el traje.
Las zapatillas, de idéntico diseño al encontrado en un traje tradicional de la región de Túnez, son blancas con detalle de medias lunas a los lados y de punta levantada.
Por último, sólo resta señalar que se ha mantenido el conjunto de colores del traje de Moro Realista. Rojo, blanco, azul y morado conservan su papel original, pasando a desviar la atención del amarillo de la faja para centrarla en el rosa de las medias.
(13) Tejido de lana drapeado de la región de El Jem que tiene dos aplicaciones: es un vestido en la ceremonia del 7… día de boda y una especie de capa en la que las mujeres se envuelven para acudir a una fiesta (circuncisión, bodas, etc.).
Quiero manifestar mi agradecimiento a Miguel de Epalza por su inestimable ayuda a la hora de encontrar materiales para la confección del traje oficial de Mora Realista, así como bibliografía para realizar el presente artículo.
CRONISTA - María José Valiente
Extraído de la Revista Día 4 que fuera de 1988

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