La niebla, en esta poética foto de Menor, esponja un trozo del paisaje urbano. Pero no es la sucia y tangible sopa que atenaza la garganta «made in England», ni la mortecina y triste —casi líquida— que chorrea por las corredoiras gallegas y las riberas del Cantábrico. Es una clara y etérea neblina, traspasada por la insoslayable luz mediterránea, que lucha contra el sol en un efímero combate perdido de antemano.
Extraído de la Revista Villena de 1962
1 comentario:
Creo que es el principio de la Corredera se obserban unos puestos que heran las pescaderias las carnicerias y puesto de verduras estaban enfrente Plaza Mayor
Publicar un comentario