PACO MEDINA OLCINA... ¡GRAN TORERO!

Francisco Medina Olcina nació en Villena el 17 de septiembre de 1936.

Vio por primera vez la luz en Villena el año 1936 y seguro que nadie pensó que aquel día había nacido un torero. Desde muy niño su pensamiento casi nunca estuvo ocupado por los juegos normales de los niños, porque sin darse cuenta trasladaba su pensamiento hacía unos caminos, para los demás desconocidos pero que él vivía intensamente entre lances de capote y palmas en los tendidos.

ESTAMPA TORERA. 

Son las cinco de la tarde. La corrida va a empezar y entornando los ojos como aguijones de acero, se apoya en el burladero y piensa en el toro noble que saldrá por el chiquero.
Preparado para hacer el paseillo piensa, medita, imagina que será un día triunfal. En el aire de la tarde el clamor revolotea y el torero pensativo da comienzo a una oración que hasta el propio cielo llega.

Sentía en su interior, como un imán, la llamada del toro y sobre la arena dorada del redondel instrumentaba imaginarias faenas y oía los aplausos y se veía a hombros y el gentío gritaba y en aquella algarabía un ángel niño salía a hombros por la puerta grande. Pero al abrir los ojos la realidad se hacía patente lo que él perseguía era de verdad un sueño.

Fueron pasando los años y el tiempo convirtió al niño soñador en un adolescente serio, esbelto, con temple, fino pero sobre todo con maneras y alma de torero.

Tentaderos, becerradas, revolcones, triunfos, cogidas hasta cinco, fueron forjando a Paco Medina torero villenense que hizo el paseillo en la Maestranza de Sevilla, que toreó en las Monumentales de Madrid y Barcelona, que lo acogió en su albero Alicante, Bocairente, Monovar, Aranjuez. Esquivias, Elda y Villena y en otras muchas plazas que lo sacaron a hombros por la puerta grande, al eco de ¡torero! ¡torero!.

Crónicas y reportajes fotográficos dan fe del buen hacer de este gran torero que alternó con los valencianos Enrique y Antonio Vera, con Vicente Blau “El Tino”, con Francisco Antón “Pacorro”, con “El Trianero”, con Victoriano Valencia, con el malogrado Rafael Mariscal, con Pepe Núñez, Finito de Méjico, Manolo Martin, Roberto Camarasa, con el villenense “El Majarra” y con la mayor parte de los novilleros punteros del momento.

Paco cuando toreaba hacía bueno lo que escribiera para otro torero Rafael Duyos Giorgeta: “Torear así parece muy fácil. Es como un juego. Pero es lo más difícil, porque es torear sabiendo… lo que va a hacer el toro, cuando el toro aun está quieto”.

FESTIVAL TAURINO EN VILLENA.

Todo requiere empezar. Comienza siendo un sueño y poco se van abriendo caminos. Paco Medina no fue ajeno a esta andadura. Estuvo presente en tentaderos y festivales desde Sevilla a Villena. Quería ser torero y aprovechaba cuantas oportunidades se le brindaban para demostrar que porte, maneras y ganas le sobraban.

En la foto le vemos junto a Ángel Sánchez “El Zorro” de paisano, y el novillero alicantino Juanito Vercher.

Este don tenía este torero de fina estampa que daba solemnidad al “Arte de Cuchares” que fue fiel seguidor de la esencia del toreo desde Manuel Rodríguez hasta Belmonte o “El Gallo” y que con la muleta en sus manos, con una quietud que emocionaba, era capaz de recrearse en una tanda de naturales o estatuarios, sin descomponer la figura con solo girar las zapatillas en el albero.

Muchas son las plazas a lo largo de la geografía española que certifican lo dicho y dan fe del buen hacer de este torero, que si no tomó la alternativa, pudo haberlo hecho, pero bien sabemos que la decisión no es del todo nuestra, es el destino quien marca metas y a veces, aunque nos perezca, injusto es quien señala las pautas en la vida y no todos los sueños se cumplen.

La Plaza de Toros de Alicante fue en varias ocasiones escenario de los triunfos de este novillero vemos el cartel de “No hay billetes en una novillada en la que alterna con Vicente Blau “El Tino” y Francisco Antón “Pacorro” ídolos de la afición alicantina.

La misma tarde preparados para el paseillo, donde podemos observar, a los tres novilleros y los tendidos llenos hasta la bandera.

Un momento de la lidia del segundo de la tarde al que arranco una oreja. Un derechazo con temple, mandando como marcan los cánones del toreo.

Y este a pesar de los muchos esfuerzos realizados se truncó en el camino y nunca podremos decir : Paco Medina, Matador de Toros. Pero nadie nos podrá negar que fue un ¡Gran torero!.-

El año 1957 el novillero villenense cuenta por triunfos sus actuaciones, la Plaza de Toros de Monovar es rehabilitada y abre de nuevo sus puertas. Y lo hace con la figura del momento entre la novillería, Paco Medina. Brindis al público, con su característica pose, muleta y estoque en ristre en la mano izquierda y montera mirando al cielo ¡Va por ustedes!.

En la siguiente foto un derechazo de Medina en su tarde triunfal de Monovar. Temple, cadencia, medida, imagen y sentimiento se funden en este pase que es esencia de toreo.

Día 9 de agosto de 1959. Sensacional novillada. Alternan Paco Medina, Pepe Núñez y “El Majarra” novillero también de Villena que tenía su residencia en Alicante.

Como puede comprobarse con lleno recibía Villena su novillero que sumaba sus actuaciones por triunfos. 

En la foto le vemos desplante rodilla en tierra. Como detalle curioso diremos que podemos observar en el callejón al padre del novillero con chaqueta negra y gafas de sol. Cuatro personajes más hacia su izquierda vemos Díaz “Morata” y junto a él a un descendiente de la familia Belmonte.

Una manoletina mirando al tendido pase característico del novillero que solía enlazar en tandas de cuatro o cinco.

Los dos novillos lidiados esa tarde por el torero villenense.

Año 1965. Plaza de Toros Monumental de Barcelona torean Finito de Méjico, Tinin y Paco Medina.

Vemos distintas tomas de las vueltas al ruedo de esa tarde entre flores, palmas y oles en los tendidos.

 En la Monumental de Barcelona.

Un natural dado como mandan los cánones. Figura mando, mando, equilibrio y arte, todo reunido en un pase.

Pero esa tarde. Asomó entre las nubes el “mal fario” y como dice la copla, “ un toro negro muy negro, engancho entre sus pitones al torero. Vemos la secuencia en dos tomas fotográficas distintas.

San Sebastián de los Reyes, la antesala de la Monumental de Madrid, vio triunfal al novillero en 1960 quien con la quietud y serenidad que le caracterizaba enlazó series magistrales con derecha e izquierda a dos morlacos de trapío, llevándolos al terreno que él deseaba.

 Vemos dos momentos de esta brillante faena.

 Dando la vuelta al ruedo acompañado 

por la cuadrilla en premio a su lidia a su primer toro.

El 19 de Junio de 1960 el novillero villenense Paco Medina, hizo el paseillo en la inigualable Real Maestranza de Sevilla. Tarde gloriosa en la que compartió cartel con Curro Montes y Manuel Cansino. 

Lo vemos en dos soberbios derechazos en los que se puede contemplar la perfecta colocación de la muleta en distancia y altura y al toro humillando embebiéndose el trapo. La Maestranza de Sevilla se lo premio al grito de ¡torero!¡torero!.

Corrida a beneficio de la “Riada de Valencia”, año 1957 forman cartel Victoriano Valencia, Manolo Martín y Paco Medina.- Vemos al maestro en otra estampa torera. Foto... Cano.

Novillada en Villena, aficionados con su torero. En la foto vemos al “Puñalitos”. Paco Medina, al niño Agustín Serrano, “Cuartilla el panadero”, Pascual Brotons, con sombrero cordobés y al malogrado Rafael Mariscal, en aquella época novillero de gran renombre.

Damos fin a este recuerdo con la mirada al horizonte, la ilusión en la lejanía y ofreciendo al público el triunfo de la tarde. Acabó la corrida, el matador en el centro del ruedo ofrece el premio al público, ¡dos orejas, rabo y pata! vuelta triunfal y en el redondel un temor olvidado y un clavel.

Texto... Ernesto Pardo Pastor. Fotos... Paco Medina y José Cabanes.