Pasaporte de Joaching Andrieux de 12 de septiembre de 1927, hermano de uno de los propietarios de la actual casa/sede de la Comparsa de Piratas, fue el último Andrieux que se marchó Villena.
La migración de personas de nacionalidad francesa a Villena a partir del último tercio del siglo XIX, fenómeno poco estudiado y conocido, si bien numéricamente no fue significativa, sí fue importante en cuanto al papel y la influencia que las mismas desempeñaron dentro de la sociedad villenense. Aquellos pioneros vinculados en su mayoría al mundo del vino se vieron empujados hacia nuestro país por la crisis de la filoxera que había diezmado los viñedos franceses. Ellos fueron los que trajeron modernos sistemas en la elaboración y comercialización de nuestros caldos, lo que hizo que en poco tiempo hubiera un incremento exponencial en la producción vinícola, que se vio favorecida por la existencia previa del ferrocarril de ancho normal y la puesta en marcha del popular Chicharra, en 1884.
Andrieux Joaching
Pero no solamente aquellos ciudadanos franceses dejaron su huella en los vinos producidos por la ciudad, sino que algunos de ellos trajeron nuevas ideas, inéditas en España y que tuvieron una gran influencia entre nosotros. Enrique Chamanide, por ejemplo, fue el principal responsable junto al villenense José María Reyes de que el pensamiento Espiritista se conociese y divulgase en Villena. Otros fundaron importantes empresas, como Julio Reverchon, o M. Gustavo Jouve, éste último produciendo aguardiente de orujo, en una industria que estaba ubicada en la salida de Villena hacia Yecla y que en febrero de 1900 sufriría una terrible explosión, tras reventar una de sus calderas, lo que provocó junto a cuantiosos daños materiales y varios heridos, la muerte al trabajador José Fleixa.
Uno de aquellos franceses se llamaba Andrieux Joaching nacido en 1888 y afincado en nuestra ciudad, su pasaporte se refiere a él como industrial. Se sabe que uno de sus hermanos fue propietario del edificio donde hoy tiene su sede la Comparsa de Piratas y su familia tuvo una activa vinculación con la Electro harinera, la fábrica que permitió, a finales del siglo XIX, dotar por primera vez a Villena de un servicio hoy en día tan esencial y básico, como es la electricidad.
Fotos cedidas por... Maribel y Saoro
Textos... José Sánchez Ferrádiz y Ernesto Pardo Pastor
No hay comentarios:
Publicar un comentario