Si durante los cerca de cuarenta años de Dictadura Franquista, el deporte masculino, a excepción del fútbol, tuvo un escaso seguimiento y una nula repercusión más allá de las fronteras nacionales, en buena medida por la catastrófica situación económica que trajo la sangrienta Guerra Civil de 1936-1939, la situación del deporte femenino corrió peor suerte; en gran medida porque el Régimen vetaba aquellas actividades que consideraba que no se adecuaban a la constitución de la mujer y eran poco femeninas, caso del atletismo, ciclismo o fútbol. Si se permitieron otras, la finalidad de su práctica, que estaba controlada por las autoridades correspondientes, iba encaminada casi en exclusiva a conseguir una mujer sana, que posteriormente pudiera procrear hijos para la patria, también sanos, garantizando así el puesto que el Franquismo asignaba a aquella dentro de la sociedad y que no era otro que el de ser una recatada y sumisa esposa, además de madre, destinada casi en exclusiva al cuidado de los hijos y las tareas propias del hogar, en el seno de una familia católica.
La Solana 8 diciembre 1975 (Villena-Yecla)
En este contexto, no es de extrañar por ejemplo, que a finales de 1940 el entonces arzobispo de Valladolid llegara a prohibir a las mujeres montar en bicicleta por considerarlo pecaminoso y que en otra ciudad como Sevilla, el Cardenal Segura, por motivos similares, hiciera lo propio con la gimnasia femenina en los colegios, con un veto que se mantuvo hasta la muerte del prelado en 1957.
En los últimos años de la Dictadura y con ocasión de la paulatina apertura que suavizó el férreo control del Estado sobre la población, se dictaron diversas leyes que influyeron en determinados ámbitos, entre ellos el deportivo, que posibilitaron una tímida incorporación de la mujer a distintos deportes, y cuyo acceso le había estado restringido hasta entonces.
Baloncesto femenino en la Plaza Mayor 1967
En octubre de 1971 el Ayuntamiento de la ciudad, presidido por el alcalde D. Pascasio Arenas López, recibió del Consejo Provincial de fútbol femenino de Alicante un oficio por el que, aprovechando el partido de fútbol femenino programado en el campo de la Solana y en el que se enfrentarían el Hércules de Alicante con el Ciudad de Alcoy, se aprovecharía la ocasión para realizar un pequeño homenaje al gran músico villenense Ruperto Chapí Lorente.
Por... José Sánchez Ferrándiz
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