Pregón navideño 2022. Por Rulo Pardo.
Buenas noches….
Complicado encontrar un mensaje de paz en unos tiempos tan de guerra ¿Verdad? Y es que, a parte del mundo en el que estamos ahora mismo yo me dedico a eso que denominamos cultura, que sigue siendo sinónimo de batalla, de pelea constante, pero bueno; ¿Qué no lo es ahora mismo? En la búsqueda de este discurso y apelando a lo que es la navidad siendo un adulto, no dejaba de venir a mi pensamiento lo frívolo de los días como los que vienen, que parece que hay que estar bien a la fuerza. Así que me he centrado en uno de mis oficios, el de dramaturgo, me he tenido que sentar un rato con mis amigas las palabras y charlar con ellas para buscar ESA SENSACIÓN de la navidad que se tiene cuando uno es niño. Ellas me han contado que últimamente andan muy cabreadas con nosotros, con los significados y el uso que hacemos en estos tiempos del neo lenguaje. Tiempos en los que la palabra libertad ya no se siente libre. Por eso el mensaje esta noche transita entre ideas, recuerdos, metáforas, reflexiones, citas y todo tipo de islas a las que uno puede agarrarse para abordar un discurso que ojalá sea esperanzador. Ojalá sea bonito. “Ojalá” Silvio Rodríguez.
Vienen unos días en los que se para el tiempo y se es un poco feliz, y pienso: Que pena que solo sea en este periodo tan corto ¿No? Me gustaría pedirles a los reyes magos que prolongaran la navidad todo el año, que ESA SENSACIÓN por hacer que los días sean buenos, fuera todo el tiempo, toda la vida… Se que sería vivir en la ilusión y no en la realidad, pero bueno; al ritmo que vamos, que cada vez las luces de Navidad se ponen antes, los roscones y turrones están en las estanterías desde septiembre y la lotería de navidad se vende en agosto, creo que podemos conseguirlo. Vivir todo el año la navidad. En estos días hay que generar el impulso que no hace falta cuando se es niño, cuando no se piensa en ¿Cómo estoy en navidad? Sino que simplemente se sonríe, porque es navidad. Por eso hay algo en mi que vuelve a ocurrir y que se llena de ganas de que lleguen estos días. La razón ha aterrizado en el yo pequeño y hace trabajar mucho a la fantasía para crear una ilusión que nos permite descansar un poco de esta tarea tan costosa que en ocasiones es vivir.
“No reserves del mundo tan solo un rincón tranquilo” lo dice el poeta Mario Benedetti; pues bueno Mario; aquellos versos para la libertad que tanto celebramos entonces pierden peso ahora, y es que se hace muy necesario para el mundo actual reservar de él un rincón tranquilo… Y entonces, dentro de estas ideas para el discurso, se producen conexiones, y es que me he dado cuenta de que uno de esos lugares tranquilos es este, la navidad. Así que yo que empecé diciendo que la navidad es un momento frívolo, me doy cuenta de mi equívoco porque en realidad es un momento muy merecido. Nos meremos un descanso en esta inercia que nos lleva a toda velocidad sin saber muy bien hacia donde se va. A mi me gustaría volver a creer que los reyes son tres hombres llenos de bondad y sabiduría que van a lugares a decir: ¿Qué estáis haciendo? Que van a los despachos donde se deciden las cosas importantes para un planeta y preguntan ¿Qué estáis haciendo? Que fueran a Rusia y dijeran ¿Qué estáis haciendo? Estados Unidos, China y preguntaran, Oye; ¿Qué estáis haciendo? Que pasaran por Ucrania también y dijeran, pero ¿Qué estáis haciendo? A los lugares donde se hacen las armas a decir ¿Qué estáis haciendo? Y por ende, sabiendo como sabemos quienes son estos 3 señores, que nos miráramos a nosotros mismos y nos preguntáramos ¿Qué estamos haciendo?...
Resistir es vencer, eso lo decía Juan Negrín, o lo que es lo mismo, vencer es haber resistido, eso que se lo digan a nuestros mayores ¿Verdad? Son momentos muy raros, lo sabemos todos, los valores ya ni se sabe donde están. Lo prometido ya no es deuda sino mas bien lo prometido es duda, y así; un sinfín de palabras y sus significados que se me quejan ya que, al igual que nosotros, sienten que van a la deriva. Ahora la verdad es confusa, porque ahora mi verdad no es tu verdad, y resulta que esto ha pasado siempre, pero ahora se hace mas fuerte en nosotros: Bueno, yo solo se que hay una verdad. Todo empieza en algún sitio… Ya no andamos en eso de veo la vida pasar, sino en “Paso de ver la vida”. Las palabras se giran en si mismas y se vuelven locas… Pero de pronto, tenemos la suerte de que vuelve la navidad, cada año, y las palabras me dicen, Rulo, darnos un respiro y vamos a celebrarnos con nuestro significado hermoso, y es que en navidad, ellas se sienten bonitas, y es verdad, es así... Rey por ejemplo, es una palabra grandiosa y fuerte que lleva tiempo sintiéndose pequeñita y van a permitirme apuntar algo vergonzosa, pues en navidad se limpia de nuevo, y me recuerda que es una palabra bondadosa y eterna, llena de túnicas doradas, regalos y barbas de colores. Por lo tanto; Gracias navidad que nos haces entrar en boxes, reponer fuerzas y descansar. Y es que en navidad los estímulos vienen de fuera, una ayuda exterior llena de espumillón y colores que me hace un no se que en el cuerpo y me permite volver a tener esa sensación… La navidad… ESA SENSACIÓN...
Hace tres años la navidad se bloqueó por el Covid, el año pasado tuvimos otra vuelta mas fuerte que la anterior pero menos violenta. Este año, aunque no hay que bajar la guardia, parece que empezamos a ver la luz respecto a ese tema. Pero nosotros, la cultura, estamos teniendo una especie de nuevo virus. Mi sector generó mucho contenido en el encierro, lo que ha hecho que, tras la pandemia propiamente dicha, haya un exceso de oferta cultural a la que le falta mercado de exhibición, si salpicamos todo esto de a una economía asfixiante que hace que el ocio pase a un segundo lugar, tenemos un sector que vive una nueva pandemia en tiempos de pos pandemia. Son malos tiempos para la lirica, lo dicen los Golpes Bajos. Vivimos en un país en el que la cultura no se cuida, no es que no se quiera, no se cuida. Hace nada hablaba con un tipo que me preguntó si aparte del teatro tengo un trabajo de verdad ¿Por qué a un fontanero no le preguntan esto? Es sorprendente que todavía se plantee… A mi me encantan estos tipos, me quedo hablando con ellos, razonando, escuchando y torciéndoles las palabras hasta que les peta la cabeza; Si, soy bastante puñetero cuando me tocan los polvorones… Por eso todo el rato me paraba al escribir, me releía y me decía, cuidado Rulo, que este mensaje debe ser bonito, tiene que ser esperanzador… Y entonces me propuse un juego, me dije, voy a evocar mis recuerdos de niño en la navidad Villenense... Y así, tirando de recuerdos e imágenes; he estado practicado el ejercicio más sano que hay, ese deporte que se hace en navidad: SONREIR.
… Recuerdo la cabalgata de reyes y mis padres llevándonos a verla y desear que se terminara para ir a ver si estaban los regalos. Recuerdo que dejaron los regalos de mi hermano en la carroza de su rey para que se los diera y el los rechazó porque prefería que se lo dieran a los niños pobres y recuerdo a mi padre cabreado teniendo que ir al final de la cabalgata a recogerlos. Recuerdo que no nevaba nunca y hubiera estado muy bien que lo hiciera, siempre el frio Villenense que se te mete en los huesos, pero no nieva, nada de nieve para que fuera como en las películas… Recuerdo el olor al entrar en la churrería Frasquito y tomar chocolate con churros esos días. En el frasquito yo me sentía como dentro de la Enterprise de Star Trek con esa barra plateada y ese ventanal… Recuerdo recrear el Belén con mis hermanos para que mis padres lo vieran al regresar de una cena. Y mis padres que no llegaban nunca porque estaría tomando algo tras la cena y aquello se alargaba un montón, recuerdo la emoción al escucharles entrar por la puerta, y los recuerdo a ellos meados de la risa antes semejante estampa… Pensé en ese rey mago que había en la puerta de murillo ¿Os acordáis? Un rey de madera para echar las cartas a los reyes ¡Y en esa carta a los reyes magos! Que era de una pagina solo, era preciosa, con líneas finas donde escribir, y a mi se me amontonaban los regalos en las líneas, y escribías en los lados, y decías que habías sido bueno, siempre con ser bueno, y luego no te traían lo que pedías y te ponías malo, yo me ponía malo y vuelta a empezar… Y así, mientras tiraba de la memoria para este discurso lo único que estaba ocurriendo de verdad en mi es que no dejaba de sonreír, y esa sonrisa es la navidad. Así que no se que tienes navidad que me sacas la sonrisa… Y aunque generaba todas estas anécdotas queriendo hacer un bonito discurso navideño, mi cabeza seguía preguntando: ¿Qué es la navidad? ¿Por qué si todos los días ceno solo en casa y me resulta un placer hacerlo, llega la navidad, concretamente una noche que es buena y otra que es vieja me siento mal si lo hago como siempre? ¿Qué es eso que me dice que si estoy solo será una cena triste?... Así que yo no se bien que es ese algo que es algo, pero yo no se ¿Qué es?... ¿Qué es?... ¿Qué es?...
“Una estrella fugaz cruzó el cielo señalando el lugar en el que Los 3 reyes tenían que llevar los regalos. Cuando estos entraron en el establo, vieron a José y María junto a su recién nacido hijo Jesús. Los reyes magos le ofrecieron sus presentes y el niño Jesús, sorprendiendo a todos y apuntando lo que sería su primer milagro, habló siendo un bebé y dijo:
¿Por qué me habéis traído esto? Yo no lo he pedido, tengo cara de necesitar oro, plata o mirra. Y ya que estáis aquí tengo que deciros algo: Pasar del oro y la plata a la mirra es muy raro ¿Vale? Y también voy a daros un consejo. En los tiempos de ahora, tiempos de ofensa constante, sería mejor que el ultimo de vosotros, el negro lleve el oro, y el primero, el señor blanco de barba blanca lleve la mirra. Ya se que parece raro, pero os digo yo que vais a salir mejor parados.
Y el rey Gaspar dijo: ¿Y tus regalos? ¿No los quieres niño?
A mi todo esto me da igual señor, yo lo que quiero son cosas que sean consecuentes con mi edad, quiero tener una buena educación, así que lo que pido es tener profesores que me hagan vibrar con sus palabras.
A lo que Gaspar volvió a insistir: Si niño, pero regalos, juguetes, caramelos ¿No los quieres?
Mira tío; Yo es que solo busco tener sabiduría para poder vivir. Quiero que me eduquen en valores y con sentido, prefiero estudiar qué ocurre socialmente en mi entorno para entender donde muevo… Es que no sé ¿Para qué tengo que aprenderme los ríos de España? Se van a secar...
Y no sabemos si fue por la mirra dichosa o por qué, ese niño creció en unas escuelas fantásticas, donde todos los profesores iban muy contentos a enseñar y los niños eran felices ya que la lógica se pudo aplicar en la educación, dejaron de cargar más con los dichosos libros por ejemplo, pues estos permanecían en las aulas y pasaban cada año de mano en mano, y los usaban como fuente de sabiduría, y los cuidaban también, porque pensaban en los demás, y sabían que el año siguiente otros niños los iban a necesitar… Y así, poco a poco y sin darse cuenta realizaban ese trabajo tan importante que hay en el mundo que es compartir”… COMPARTIR…
Yo es que soy de los que cree que hemos venido al mundo a compartir. Y que es la navidad sino eso. De echo, esto es precisamente lo que acaba de ocurrir aquí. Muchas Gracias por dejarme compartir la sonrisa que se me puso recordando tantas cosas de la navidad. Gracias navidad por recordarme que sigue viva la ilusión del niño que fui. Y para terminar me vais a permitir que comparta un ultimo recuerdo y es el de el mejor rey mago que pude tener, mi padre, un hombre bueno que estaría así de gordo si me viera ahora. Mis padres. Unos reyes magos que se merecen que yo les regale esta noche…
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