10 dic 2023

1993 ADIÓS AL TEATRO ARTÍSTICO

Adiós al teatro artístico. Por PEDRO HERNÁNDEZ HURTADO
Durante el pasado mes de marzo nos sorprendió ver que las máquinas del derribo estaban arrasando el edificio del Paseo Chapí, dejándolo en solar, con lo que la rápida piqueta de las modernas máquinas han hecho desaparecer en tres días un coliseo artístico con casino de esparcimiento que se levantó en Villena sobre los años primeros del siglo.
Tendría unos 85 años. Fue un edificio de poca fortuna. Cambiante. Lleno de vicisitudes. Pero en sus entrañas se iba con él casi un siglo de la vida villenense. Tal causa siempre produce emoción y como a viejo conocido que se va mientras se le ve desaparecer se avivan los recuerdos. Estos pasan como un calidoscopio lo que de él me contaron, lo que me testimonian y lo que de él he vivido lo rememoro cual homenaje póstumo y lo escribo en esta página que amablemente se me ofrece, para que pueda perdurar en mayor tiempo su memoria. Recuerdo que deposito como una flor roja en la tierra que lo sustentó.
Lo construyó a partir de 1907 me dicen sin confirmación documental, José Tarí, de Elche, al parecer dedicado a empresas teatrales. La parte de Teatro que daba al llamado Raso se abrió como SALON ARTÍSTICO. Su primer Empresa fueron los nuevos propietarios de la antigua TIENDA MARSA, socios y antiguos dependientes de ella, Antonio Valor Ripoll y Antonio Garijo.
En la fachada principal que daba al Paseo Chapí —entonces Paseo de la Reina Isabel— construyó un Salón para Casino, cuya Conserjería tomó el cuñado de Valor, Joaquín Estevan Amorós. Casino público, con tránsito para el acceso a Butacas, General y Palco corrido del Teatro. Contertulios de él fundaron en 4-7-1909 el Círculo Agrícola Mercantil «como Sociedad Recreativa» y hasta 3-9-1923 fue su sede.
El «Salón Artístico», el «Teatro Nuevo» como popularmente se le nombraba mientras lo construían, debió inaugurarse el 2 de abril de 1909, porque en esa fecha hay un Acta Municipal (1) que dice: «La Empresa del Teatro Nuevo en carta del 26-3-1909 invita al Ayuntamiento para la función que esta noche celebrará como homenaje al Maestro Chapí. Se nombra a los Concejales Miguel Esquembre, José Candel, José Hernández y Antonio Cerdán, y los que deseen unirse, para asistir al referido acto. Tal pomposa Comisión Municipal, en la coincidencia de fechas de inauguración, bien pudiera ser para asistir a la primera función dedicada en homenaje al Maestro Chapí, fallecido 7 días antes, e incluso como oportunidad de la Empresa para manifestar que se consideraba también continuadora de la alta actividad cultural que desarrolló el Teatro de madera, el «Teatro-Circo Ruperto Chapí», joya preciosa de talla y arquitectura, obra de los artesanos Sánchez y Lorente, ubicado en la esquina del Parterre, derruido por vejez a los 24 años de uso, tres meses antes. El «Nuevo Teatro» tuvo que tardar poco en demostrar que nació para SALON ARTÍSTICO, que era otra cosa diferente, porque de su actividad peculiar pronto aparece testimonio, por lo que consta en algunas Actas del Ayuntamiento (2).
La del 6-11-1911 «Llama la atención el Sr. Soler al Presidente acerca de los espectáculos poco edificantes que, como escándalo del público sensato, están dando lugar las denominadas secciones especiales verificadas por cupletistas en el Salón Artístico, lo cual no debe tolerarse, y así lo ruega en bien de la moral por los peligros que entraña. Contesta el Alcalde que así lo hará pues, por educación y temperamento es contrario acérrimo de esos espectáculos repugnantes y que si necesario fuere cerrará el Teatro, habiendo hecho y dado las órdenes antes de lo dicho por el Sr. Soler, para que no tengan repetición actos como los denunciados».
El Acta Municipal del 29-3-1912 recoge: «El concejal D. Vicente Soler Pascual expone en sentido de protesta, que de ningún modo dirige a la Presidencia, que según relato de personas que le merecen entero crédito se están representando en el Teatro Artístico algunas obras tan indecorosas, que la moral pública queda hecha girones en el escenario. Tales son entre otras "LOS VIVIDORES"...».
«Dice el Alcalde, que cuida de este asunto y que en su día prohibió en dicho Teatro la exhibición de cupletistas y multó a la Empresa de la Compañía que actúa con 15 (quince) pesetas, por la representación de la zarzuela titulada «LA FRESA», que estimó atentatoria al decoro público...».
Y el Acta Municipal del 20-9-1912 aclara el que fue el devenir del Salón Artístico si leemos atentamente: «Cumplimentando órdenes de la Superioridad se decreta el cierre del Teatro Artístico. Pero el Sr. Hernández Villegas dice que, para que no se perjudiquen los intereses municipales, puedan darse espectáculos de cinematógrafo y varietés que no sean inmorales y el Alcaide dice que si se cumplen las condiciones actuales está dispuesto a fomentar las que en realidad deban permitirse».
El Salón Artístico derivó del camino del Teatro-Circo Chapí, el de madera, a una programación distinta que tuvo que ser muy fuerte cuando en tan sólo 4 años dio motivó al cierre por orden de «la Autoridad Superior» que el Concejo cumplimentó. De aquellos «escándalos» que llegaron hasta las Actas Municipales hace años oí hablar del siguiente: ante la actuación reiteradamente provocativa de una cupletista, famosa vedette que actuaba en las llamadas «sesiones especiales», dirigida a un grupo de jóvenes asiduos a las primeras localidades de la balconada del primer piso, precisamente sobre un lateral del escenario, que por repetirse varias noches todos sabían eran a cual de ellos, éste entusiasmado le tiró al escenario primero la chaqueta, después la corbata, puños y camisa, para que la artista, bailando, como alfombra las pisara, y cuando ella mirándolo pícara siguió el juego y las pisó, enloquecido de entusiasmo el joven, intentó tirarle también los pantalones, lo que impidieron sus amigos sujetándolo entre carcajadas, y entre el alboroto del público.
Consecuencia grave tuvo el lance: el Teniente de la Guardia Civil detuvo al joven y lo metió sin más en la cárcel. No reparó que el joven detenido era el pariente preferido del jefe de uno de los tres partidos políticos del tiempo, Progresista, Conservador y Liberal que, inmediatamente enterado, sin contar con el Teniente lo puso en libertad, y como alguna lengua de doble filo, cual ahora hay quien así las denomina, le dijera que el Teniente había actuado impulsado sólo por «celos», le mandó tarjeta y padrinos desafiándolo a pistola. Aconsejado el Teniente no acudió al desafío, lo que se consideró miedo y parece había razón. Bien voluntariamente ante su ingrata situación, o porque el tenaz jefe político alargara su influencia, en los inmediatos días prudentemente se marchó de Villena o lo marcharon. Sucesos como éste formarían la rápida cadena de escándalos que motivaron recoger en varias Actas Municipales la preocupación que representaban.
La autoridad cierra el teatro y autoriza el salón sólo para cinematógrafo, que arte incipiente y mudo, año 1912, sería difícil mantener económicamente. Hay quien me cuenta que siendo niño, una vecina le pagaba la entrada, que costaba diez céntimos, «para que le leyera los letreros de las películas». Por los años altos de los veinte vimos en él las películas del «Eddie Polo», «Duncan», «El Conde Hugo», «Tomassín», «Tommys» y las poco más que bien en sesión única o por episodios, se daban por estar el cine en su principio. Mudas, con letreros, con explicador con puntero y el piano al que a gritos se instaba con el «¡Modesto! toca».
Desde su cierre como salón teatro, las Empresas se prodigan cambian y reiteran. Me hablan de Valeriano, Furni, Juan J. Amorós que me dice su hija estuvo en casi todas. Languidecía. El Casino se mantenía por el creciente auge del Círculo Agrícola Mercantil, hasta que esta Sociedad se trasladó en septiembre de 1923 a su flamante edificio y al año siguiente 4-9-1924 el Teatro Chapí «de piedra» se inauguraba. Su belleza, su comodidad, sus instalaciones modernas incluso de cine, la pérdida del Agrícola, es competencia contra la que no pudo luchar el Salón Artístico y al comenzar los años 30 cerró.
En 1933/34 sus propietarios, la familia foránea Tarín, arrienda todo el edificio a la Derecha Regional Valencia. Pasa su escenario a mítines, conferencias y también teatro por los aficionados que me recuerdan «Anacleto se divorcia» y «La Pluma Verde».
Finalizada la guerra civil, en junio de 1939, las autoridades lo abren como Casino público. En el primer piso con su Marquesina pisable sobre el Paseo instaló la Delegación de Prensa y Propaganda. En su local se reunieron a finales de julio los 23 Piratas fundadores de la Comparsa para oficializar la promesa «de salir» que se acordó fuera beberse un litro de moscatel per cápita para lo que hubo de todo: quien cumplió, quien medio cumplió y quien echó a correr... pero salió.
Por 1941 se traslada la Delegación de Propaganda para dejar salón teatro y oficinas, primer piso como sede y local de ensayo de la Banda Municipal de Música. En el patio de butacas sin butacas, se ensayaba el modo de desfile de pasacalles y otros.
El 21-2-59 comienza la fase moderna y brillante del edificio. Los hermanos Tarí Navarro venden a José Pérez García el 52% de su propiedad «destinada a CASINO Y TEATRO»; a Joaquín Hernández García, el 20%; a José Llobregat Vinues, el 5%, «en cuya fecha el edificio se destina a solamente CINE y se denomina AVENIDA».
El 21-2-59 Joaquín Hernández García vende a Cristóbal Alcaraz Gil su participación del 20%. Este en 28-12-65 vende su participación del 20% a José Pérez García. El 3-2-66 los hermanos Tarín Navarro venden su participación del 23% a José Pérez García. El 10-12-66, José Llobregat Vinues vende su 5% a José Pérez García. El 29-12-78, José Pérez García aporta a la Sociedad «José Pérez García, S.A.» la totalidad de la finca.
El 3-3-87 es el fin del CINE AVENIDA. «José Pérez García, S.A.» vende un 40% a Juan Bautista Sarrió Molina, un 50% a Josefa Sánchez Morales y un 10% a Francisco Abellán Sánchez. En la venta se hace constar que el edificio se destina a SALA DE BAILE. EI 5-6-92 la Sociedad «Promo-COMER, S.L.» compra la totalidad de la finca, que la derriba en marzo de 1993.
El recuerdo del Cine AVENIDA, cine de nuestra juventud, digno, amplio y para muchos el más agradable y cómodo en ventajosa competencia con los 5 que por entonces llegó a tener la ciudad, se lleva, entre los otros más y menos suntuosos, nuestra simpatía. La decadencia del Cine le afecta y con él desaparecen 4 de los 5. Nos sirvió unos 28 años (1959¬1987).
La Sala de Baile de 1987 duraría unos 4 años, pues ha estado unos 2 años cerrada. Y ahora estos recuerdos y las vicisitudes de sus 85 años que ha estado vivo este edificio los vemos elevarse cual llama mítica de un momento sobre la bandeja de su solar. En él un nuevo día se levantará uno nuevo cuyo destino esperamos sea más sereno y feliz, y para adecuado ornato de Raso y Paseo. Convendría vigilar se evite a las generaciones de villenenses, tras la experiencia visible, considerarlo un nuevo Alejandro al que tengan que reprochar cual el viejo Diógenes, que no le quite el sol.
NOTAS
(1) Actas archivo V. Prats.
(2) Registrales Angel Galbis Marín.
(Artículo publicado Post Morten del autor).
Extraído de la Revista Villena de 1993 

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