Publicamos el contenido del programa que se realizó para la presentación a Villena el día 10 de octubre de 1958 con motivo de la inauguración del Cine Imperial. Texto que nos sirve para presentar nuevas fotografías de este recordado y añorado gran edificio.
CINE IMPERIAL
Antonio Casanova Ibáñez y Francisco Flor Hernández
Ofrecen al público la nueva sala de proyecciones del Cine Imperial, que han procurado instalar con la prestancia y dignidad que la ciudad de Villena se merece.
EN OCTUBRE DE 1958, año jubilar en que se conmemora el cuarto centenario de la muerte del Emperador Carlos I, Villena abre al público las puertas del "Cine Imperial".
El hecho no podría ser catalogado como verdadero acontecimiento si la sala de proyecciones cinematográficas que hoy se inaugura fuera una más entre las muchas que, diariamente, amplían la serie de las existentes en todo el ámbito de la Nación.
Pero el "Cine Imperial" se halla, por fortuna para los villenenses, absolutamente fuera de toda serie. Echemos una ojeada a algunas de sus más salientes características en confirmación de este aserto.
En la estructura de su fábrica destaca la absoluta carencia de columnas de sustentación, reemplazadas por dos atrevidísimas jácenas de hormigón de 25 metros de luz; alarde constructivo superado, a lo sumo, en un par de edificaciones españolas.
Mide la pantalla 16 metros de longitud por 8 de altura, lo que constituye casi un "récord" en los cinematógrafos de la Península.
La escalera del vestíbulo, de estilo imperial en mármol blanco, conduce a un rellano cuyo muro frontal, flanqueado por airosas portezuelas renacentistas, se ha convertido en magnífico panel donde, sobre pan de oro, ha sido pintada al óleo una espléndida alegoría de la Ciudad.
Figura en ella, como motivo principal, el juramento que, en 1488, ante un misal abierto delante de la Puerta de Almansa, prestaron los Reyes Católicos a la entonces Villa de guardar todos sus fueros y privilegios. En el ángulo superior izquierdo, sobre unos guerreros que simbolizan el glorioso episodio de la Reconquista, campean los escudos de D. Alfonso de Aragón, Primer Marqués de Villena; de don Juan Manuel, Príncipe y Duque del mismo título, y de don Juan Pacheco, titular del segundo Marquesado. Completan la alegoría una pareja de labradores villeneros, que muestran a sus pies los más típicos productos de nuestra feracísima huerta, y unos retazos representativos de nuestros más hermosos monumentos.
El estilo decorativo de la sala, una de las más amplias en su género, es de inspiración renacentista matizada por influencias modernas, que se acusan, sobre todo, en los efectos lumínicos.
A uno y otro lado de la embocadura, dos grandes pinturas aluden al que se ha llamado con razón “Séptimo Arte”. (la de la izquierda) y a la obra imperecedera del glorioso compositor villenense D. Ruperto Chapí en sus tres principales facetas: género chico ("La Revoltosa"); zarzuela grande ("La Bruja"), y ópera ("Circe").
No creemos necesario extendernos en más amplios detalles. Íntimamente sentimos que, en esta ocasión, el orgullo es muy legítimo, y que la inauguración del "Cine Imperial" ha de quedar señalada con letras de oro en los anales villenenses.
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