Retorno. Por MARIANO PUJALTE MARTÍNEZ
Dejad marchar a la Hermosa
a sus mansiones divinas,
que a estas tierras ilumina
y de ellas es merecida
como Reina, como Madre,
como esposa concebida;
la que siendo allá en Belén
la mejor madre partera,
pariendo al Hijo de Dios
siendo Virgen y doncella!
Henchida del amor y ofrenda
que toda Villena le apresta,
vuelve gozosa y contenta
a su Santuario bendito
que por la gracia del cielo
su prodigio es infinito.
Pues siempre puso en su celo
la piedad en el doliente,
haciendo cambiar la suerte
Extraído de la Revista Villena de 1996
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