31 mar 2024

1959 RECUERDO QUE...

RECUERDO QUE…
Hace más de medio siglo, en el año 1959 Villena, ciudad zapatera por excelencia, disponía de cinco salas de proyección de películas, es decir cinco cines, y en época estival de seis pues se habilitaba como cine al aire libre la Plaza de Toros.
Se estrenaban películas como “Más allá de Mombasa” y “El mundo es de las mujeres” en el Cine Imperial, Teatro Chapí y Cinema. “Ana de Brooklin” y “No hay tiempo para morir” en el Cine Cervantes. “15 Bajo la lona” y “La Rebelión de los gladiadores” en el Cine Avenida. Y en la Plaza de Toros “Los Caballeros del Rey Arturo” y “Guante de Acero”, entre otras. Las mejores películas del momento se exhibían en los cines de Villena.
Por aquellas fechas Villena, en su Censo Industrial, tenía registradas más de cien industrias de fabricación de calzado, recordemos marcas como “Bleimer” o “Flor” ésta fundada en 1923, o “Chiquitín”, “Anyelo”, “Mogasa”, “Gulliver”, “Regi” Calzados “Mo-Mi”, Dionisio Verdú” “Irojey”, “Tomás”, Calzados Huertas, “Floral”, Calzados DAG, Juan Rubio, Calzados Padilla, “Areli”, Original Powel, Calzados Turpín, “Los 4 Amigos, Calzados Alteza, Calzados Galopín” Desiderio Clement, Calzados Nilo, Andrés Estevan en Hernández Villegas, Calzados El Ángel, “Chivito” y otros muchos que en estos momentos no vienen a nuestra memoria, pero que estaban como “Caid”, Juan Manuel Lucas o Calzados Agarna”, Alfonso García Navarro, Juan Lillo o “Los Villeneros”.
Esto eran industrias de calzado pero no debemos olvidar que en Villena en aquella época existía gran variedad de industrias desde harineras como “La Levantina” o “El Carmen” esta ultima situada en La Colonia de Santa Eulalia, al mueble como Muebles Mejías, Malpica en sillería o Muebles Valiente. En licores Ricardo Menor con el “ Kataki” y el Anís Villena, o la absenta con su famosa “Castaña”. En recreativos “La Sardina” o el Salón de Billares de Restituto Galipienzo.
En bodegas, Amorós, Joaquín Pérez, Bernardo Hernández, Bodegas García y otras. En talleres Martínez , Gosálbez y Rodes fundición, y en molinera Laím.
En sastrería Benigno, Tono, Calvo, Vergara, Gómez y Molina.
En transporte “La Unión de Transportes” empresa de ámbito nacional, Gil y Gómez y ordinarios como Navarro, Bravo o “Coronas” con servicio diario a Alicante y Elda.
No caeremos en la tentación de decir que “cualquier tiempo pasado fue mejor” pero tampoco olvidaremos que tanto en servicios como en establecimientos el trato era más familiar y directo, quizás por ser menos habitantes y conocernos todos un poco más.
En “Casa Angelica”, en la calle Ancha, regentada por Martín Hernández Esquembre, tenían ¡asómbrate lector!, paquetería, comestibles, aceites, lubricantes y surtidor de gasolina. Frente a ellos “Casa Inocencio, comestibles y mercería. El “Horno del Paso”, hija de Juan Cerdán disponía de confitería, panadería, ultramarinos finos y helados de todas clases.
A la entrada de Villena por la carretera de Biar la cerámica “La Primavera”, hijo de Antonio Poveda Alcaraz te ofrecía tejas planas y de canal, ladrillos huecos y macizos de todas clases y dimensiones, llamando al teléfono 269.
En casi todos los comercios se vendía el jabón “El Barco” fabricado en Caudete por José Benito.
En el Paseo Chapí, además del Gran Hotel Alcoyano, se encontraba Habitaciones Soler “El hogar del viajero”, junto al Cine Avenida, el estanco de Genoveva, el Bar Avenida y bar Flor y a diario se escuchaban las notas del piano de Doña Gloria Marco.
No debemos olvidarnos de “La Rosa de Oro” en la Puerta de Almansa o de Luis García Sempere “El Pañero” y su hermano Ramón en la calle Mayor, calle comercial por excelencia donde se podía encontrar desde zapatos, sombreros, joyería o papelería sin olvidar la gran variedad de artículos de Ferretería Ferrer.
Se vendían libros a plazos en Librería Coro, cerca de Salvador Gallardo, que era casi vecino del Bazar “Las Campanas”. Los espumosos estaban representados por La Revoltosa de Francisco Estevan y La Celada. En academias Hispana para oposiciones y comercio y Las Virtudes para bachiller.
En la Corredera estaba Horchatería “Miguel”, cerca de “La Doloretes” y “La Jijonenca”, junto al “Avión” lugar de venta de frutos secos y chucherías. En el otro extremo de la calle el famoso quiosco de “La Paloma”.
Y muy cerca en la Casa de La Cadena la EFJ, número 33 de la “Cadena Azul de Radio Difusión” Radio Villena y en la Plaza del Rollo el Hotel Alicante y el Bar Cafetero, “famoso en el mundo entero”, situado junto a la casa del Pósito Municipal. No debemos olvidar el restaurante “El Cocinero”, parada obligatoria para el buen yantar y junto a él se encontraba el surtidor manual de Gasolina atendido por Ribera.
RADIO VILLENA EFJ 33
Un establecimiento hoy casi olvidado, por completo, estaba situado en el Paseo Chapí 27 era “Creaciones Mayerling” con muestras permanentes para vestir.
La Plaza de Toros, hoy reconstruida, gozaba de una salud ideal, de hecho estaba en completa y total actividad mientras fue regentada por Rafael Reig Calabuig. Desde ella hacia el pueblo nos encontrábamos con el bar “Alcira” y “La Salvadora” establecimiento de gran raigambre y solera que disponía de servicio de pensión. Y frente a esta el bar “Tío Frasquito” con una producción de ricos churros.
En Torrelavega triunfaba el barítono villenense Pedro Palao. La Regidora de Fiestas fue la señorita Ana Catalina Ferriz y la presentación se hizo en la Plaza de Toros por primera vez. Con un completo éxito. Ernest Hemingway nos visita porque torea su gran amigo Antonio Ordoñez, junto a Pacorro y Diego Puerta.
La Orquesta Nacional de España celebró en el Coliseum Imperial un extraordinario concierto con motivo del cincuentenario del fallecimiento del Maestro Chapí.
Esto sería, a vuela pluma, una somera y revuelta, pero sentida, efemérides de una época, intensamente vivida y, que muchos por un motivo u otro, por el paso del tiempo, casi hemos olvidado.
Sirva pues este paseo mental, por la Villena del 1959, para de algún modo, refrescarnos los recuerdos que la vorágine del tiempo nos ha ido dejando en el cajón del olvido. Y sirva también para mantener latente el recuerdo de todo cuanto aun existe y de aquello que por un motivo u otro ha quedado en el camino convirtiéndose en historia.
Ernesto Pardo Pastor (Villena Cuéntame) 2010

3 comentarios:

Alfonso dijo...

Gracias, Ernesto y Santi. Esa Villena de 1959 es la que yo dejé cuando me vine a Madrid. Volver a "verla" ha sido un verdadero placer. Un abrazo,
Alfonso Navarro

FABIAN BEBIA BUENO dijo...

Yo también me he emocionado al leer y ver este reportaje del año 1959, fué para mi una época muy bonita que la recuerdo con mucho cariño y añoranza.

maserosegador dijo...

Gracias Ernesto, por este entrañable trabajo. En el año 1959, yo contaba con solo 15 años, edad en que todo es de color de rosa y mas aún en aquella época que no había paro, tu exposición, me ha hecho revivir tantos recuerdos, tantas vivencias de mi niñez que con los ojos aún húmedos, quiero decirte ¡¡¡Gracias Ernesto, Gracias por haberme trasladado por un momento a mi niñez.!!!

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