1923-1948 LA ENTRADA

1923-1948 “LA ENTRADA”
NUESTRAS Comparsas de Moros y Cristianos, ya desde mucho tiempo, tienen logrado un rango digno de su fas­tuosidad y esplendidez.
Son lo más brillante y sobresaliente de nuestras Fiestas, a las que dan carácter y nombre. Villena se mira en sus; Comparsas y se siente orgullosa de contar entre las primeras de este tipismo levantino.
Sobre el rumbo y la alegre policromía de los trajes, traemos aquí la estampa de los Cabos Gastadores, alma y gala de sus propias Comparsas. Son entusiastas festeros que, artífices del gesto, olímpicos del ademán, sobrios unas veces y exuberantes otras, majestuosos y solem­nes inmediatamente después de jocosos y fanfarrones, alegres y devotos, llevan al marchar gracia picaresca en su mirada y saben guiar sus huestes con una maga jac­tancia que electriza y arranca aplausos por doquier.
Son las Comparsas la gala de las Fiestas de Villena. En sus desfiles y alardes: en su alegría y fulgor: en su misma esencia y donosa prestancia, llevan el alma se­cular de nuestro pueblo prendida en la tradición de su presencia y en el por qué de su ser. Muchas de ellas tienen motivo de fundación enraizado en nuestra mejor historia, en esa llamada Pequeña Historia de las patrias chicas, que es, las más de las veces, página ardiente de la gran Historia Patria.

Tienen las Comparsas en nuestras Fiestas muchos actos hermosos. Si bien el de la “Entrada” es el de más fama, y por eso titulamos con él esta página, no son los otros menos brillantes y emotivos. Las Dianas, con el encanto del despabilar mañanero, presto el paso y el aire marcial; las Embajadas, tan jugosas de sabor me­dieval y gracia localista, que aún lo sería más si se le agregaran los ingenios modernos que permiten una me­jor audición, por cuanto las ciencias con los tiempos ade­lantan y es correcto aprovecharse de ellas; las Retretas, en la bullanga de la noche, vestidas con luminoso encanto, llenas de gráciles correrías y sorpresas, por lo que tienen motivo más que sobrado para que se vigile y algunos recién llegados “festeros” no las desmanden; etc. ¿Y por qué no habremos de recordar las Guerrillas? Sí, ¡aquellas Guerrillas que aún vienen figurando en los Programas Oficiales, pero que ya no las vemos realizar, sin saber por qué? Guerrillas del Monte Calvario, de la Losilla y del Cantón. Guerrillas con disparos de arcabucería prohibidos, pero Guerrillas, llenas de remembranzas y arrogante sabor.
¡Cuántas cosas hermosas tienen nuestras Comparsas! Pero ninguna de ellas tan dulce y emotiva, y por eso lo hemos dejado para el final, como ese diario rendirse ante la Virgen, anacrónicos guerreros de fantasía, con sus petos y sus dagas, arrobo del «fes­tero», de «ver a la Virgen», Capitana venerada de todo este esplendor que plasma soberano en la majestuo­sidad solemne del Paseo del día 8, en cuyo desfile todo se abre en gala esplendorosa de radiante cortejo, que al lento paso de las marchas y los tambores serpentea en lu­josa y magnífica procesión que viene siendo, felizmente, desde unos años, radiante sorpresa para nosotros mismos y admiración de extraños por su fulgente religiosidad.

MOROS VIEJOS

MOROS NUEVOS BANDO MARROQUÍ

MOROS REALISTAS ESTUDIANTES

PIRATAS

CRISTIANOS

ROMANOS

MASEROS

CONTRABANDISTAS

AMERICANOS

Pero no son nuestras palabras, mal pergeñadas, si bien sentidas, las que pueden hacer un canto a la devo­ción, a nuestra Virgen, de nuestras Comparsas, porque son ellas mismas, son sus propias palabras las que lo cantan cada vez que la ocasión da motivo a su decir. Oigámoslas en cualquier momento, porque cualquiera de ellos es como este que transcribimos, cogido al azar del Libro de sus Embajadas, la de la Alianza:
"Si es todo cual lo afirmáis, llamad al punto a los vuestros, que el castillo de Villena os acoge ya en su seno. Decid a vuestros soldados, que los valientes guerreros defensores del castillo les darán pruebas de afecto, y su pan y sus recursos los compartirán con ellos; decidles que la bandera que en el castillo tenemos han de jurar defender mientras les queden alientos, porque es la bandera invicta de la gran Reina del Cielo, la Virgen de las Virtudes, honra y prez de nuestro pueblo."
PEDRO HERNANDEZ HURTADO
Extraído del Boletín Mensual de la Comisión para las Bodas de Plata de la Coronación Canónica de la Virgen de la Virtudes. número extraordinario – Villena, septiembre 1948
Cedido por… Elia Estevan.