Tercer día de Pascua en las Cruces... a comerse la mona.
Pilar Marco, Pilar Palao y las niñas Pili y Andrea García Palao
Foto cedida por... Cristina García Palao
Comentario... Si los diseñadores del castillo de La Atalaya supiesen de los usos habidos en su larga historia, quedarían sorprendidos al ver esta estudiada fotografía que Ginés famoso fotógrafo de Villena, realizó para esta recordada por siempre tarde de Pascua, dejando nuestro castillo al fondo como testigo mudo de una foto.
Nos dirían los diseñadores que el lugar en cuyo "solar" queda enmarcada la fotografía, era pura montaña, hoy "urbanizada" para depósito del agua (cerrado hace muchos años) que Villena estrenó y uso desde la década de los años 50 del siglo XX; una vez finalizadas las obras públicas que nos llevaron estas aguas aquí embalsadas, para comodidad de nuestros mayores.
Con ello, se mandaron a los anaqueles del recuerdo, el ir a por agua cada día con el pozal a la fuente pública de la esquina de su calle. Reliquia de estas fuentes hay una en la subida al mirador de Las Cruces.
Y como las tradiciones tienen ese poder tan lleno de sentimientos y alegrías, para celebrar el tercer día de Pascua de Resurrección, Villena eligió este lugar tan entrañable.
Y ya tenemos la foto, que como todas inmortaliza un fugaz momento, en esta foto, de cuatro vidas, que les recordarán que estuvieron allí en lo alto del depósito del agua, un tercer día de Pascua.
Feliz momento el vivido.*
3 comentarios:
Si los diseñadores del castillo de La Atalaya supiesen de los usos habidos en su larga historia, quedarían sorprendidos al ver esta estudiada fotografía que Ginés famoso fotográfo de Villena, realizó para esta recordada por siempre tarde de Pascua, dejando nuestro castillo al fondo como testigo mudo de una foto.
Nos dirían los diseñadores que el lugar en cuyo "solar" queda enmarcada la fotografía, era pura montaña, hoy "urbanizada" para depósito del agua (cerrado hace muchos años) que Villena estrenó y uso desde la decada de los años 50 del siglo XX; una vez finalizadas las obras públicas que nos llevaron estas aguas aquí embalsadas, para comodidad de nuestros mayores.
Con ello, se mandaron a los anaqueles del recuerdo, el ir a por agua cada día con el pozal a la fuente pública de la esquina de su calle. Reliquia de estas fuentes hay una en la subida al mirador de Las Cruces.
Y como las tradiciones tienen ese poder tan lleno de sentimientos y alegrías, para celebrar el tercer día de Pascua de Resurrección, Villena eligió este lugar tan entrañable.
Y ya tenemos la foto, que como todas inmortaliza un fugaz momento, en esta foto, de cuatro vidas, que les recordarán que estuvieron allí en lo alto del depósito del agua, un tercer día de Pascua.
Feliz momento el vivido.*
Precioso comentario. Me ha encantado. Así es la vida. El Castillo de la Atalaya sigue ahí testigo de tanta historia y tantos momentos vividos.
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