Miradla, ya vienes
es la Virgencica de nuestros amores,
es de las Virtudes la reina y señora;
reflejos de cielo en su rostro tiene,
exhala su boca perfume de flores
y en sus ojos brillan luces de la aurora.
Venid a esperarla
que viene cansada por la carretera
y el polvo ha manchado su blanco vestido;
venid, villenenses que sabéis amarla,
es la dulce Madre que gozosa espera,
el beso amoroso del pueblo querido.
¡Miradla qué hermosa!
No hay en todo el mundo otra, semejante,
y aunque un sol ardiente la puso morena,
es de los jardines la flor más graciosa
y su inmaculado corazón amante
es volcán de amores para su Villena.
Venid presurosos:
cuando suene el toque de la «campanica»,
que toda Villena esté congregada;
vuestros corazones rendidle obsequiosos
y decidle madre, madre, madrecica,
porque ese es el nombre que a Ella más le agrada.
Humillad las frentes
cuando esté la Virgen llegando a la ermita
y suene armoniosa la marcha triunfal;
que entonces los ojos sean copiosas fuentes
y en lágrimas dulces, tiernas,
se derrita de los corazones el amor filial.
Batid vuestras manos;
aplausos nutridos y vivas sonoros
rindan a la Virgen ancianos y niños;
ante «la Morena» todos son hermanos
y los villenenses en nutridos coros
cantemos la estrofa de nuestros cariños.
Seguidla fervientes
hasta el santo templo, y ved qué despacio
de su regio trono asciende las gradas;
es reina y es madre: sus ojos fulgentes
inundan con luces de gloria el espacio
y tienen sonrisas de amor sus miradas.
La salve recemos
llamándola vida y esperanza nuestra,
demente, piadosa y dulce María;
y cuando las súplicas ante Ella elevemos,
de su amor intenso nos dará la muestra
con bienes y gracias que a todos envía.
Corred, que ya llega
la de nuestro pueblo santa Virgencita,
de los villenenses la más venerada;
su pueblo querido la invoca y le ruega
Llamándola madre, madre, madrecica,
porque ese es el título que a Ella más le agrada.
Extraído del Programa de Fiestas de 1941es la Virgencica de nuestros amores,
es de las Virtudes la reina y señora;
reflejos de cielo en su rostro tiene,
exhala su boca perfume de flores
y en sus ojos brillan luces de la aurora.
Venid a esperarla
que viene cansada por la carretera
y el polvo ha manchado su blanco vestido;
venid, villenenses que sabéis amarla,
es la dulce Madre que gozosa espera,
el beso amoroso del pueblo querido.
¡Miradla qué hermosa!
No hay en todo el mundo otra, semejante,
y aunque un sol ardiente la puso morena,
es de los jardines la flor más graciosa
y su inmaculado corazón amante
es volcán de amores para su Villena.
Venid presurosos:
cuando suene el toque de la «campanica»,
que toda Villena esté congregada;
vuestros corazones rendidle obsequiosos
y decidle madre, madre, madrecica,
porque ese es el nombre que a Ella más le agrada.
Humillad las frentes
cuando esté la Virgen llegando a la ermita
y suene armoniosa la marcha triunfal;
que entonces los ojos sean copiosas fuentes
y en lágrimas dulces, tiernas,
se derrita de los corazones el amor filial.
Batid vuestras manos;
aplausos nutridos y vivas sonoros
rindan a la Virgen ancianos y niños;
ante «la Morena» todos son hermanos
y los villenenses en nutridos coros
cantemos la estrofa de nuestros cariños.
Seguidla fervientes
hasta el santo templo, y ved qué despacio
de su regio trono asciende las gradas;
es reina y es madre: sus ojos fulgentes
inundan con luces de gloria el espacio
y tienen sonrisas de amor sus miradas.
La salve recemos
llamándola vida y esperanza nuestra,
demente, piadosa y dulce María;
y cuando las súplicas ante Ella elevemos,
de su amor intenso nos dará la muestra
con bienes y gracias que a todos envía.
Corred, que ya llega
la de nuestro pueblo santa Virgencita,
de los villenenses la más venerada;
su pueblo querido la invoca y le ruega
Llamándola madre, madre, madrecica,
porque ese es el título que a Ella más le agrada.
Cedido por... Los Luises
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