1940 EL RETORNO DE ESPAÑA

EL RETORNO DE ESPAÑA
Ya retorna España; ya vuelve la egregia nación española,
nodriza de pueblos, madre de naciones,
cuna del honor;
en su frente brilla con rayos de oro fulgente aureola
y va en su carroza, que arrastran leones,
pisando laureles de un inmarchitable perpetuo verdor.
¡Qué hermosa que vuelve, qué grande retorna la nación querida!
Llevan sus sandalias polvo de los Celtas y de los Iberos
y ostenta en sus manos la antorcha encendida
que, alumbró, risueña, con luz de cultura, sus pasos primeros.
Siguiendo la ruta de su vieja historia
camina abrumada bajo del ingente peso de la gloría,
que la hizo inmortal
y brillan sus ojos como dos luceros
con que se iluminan floridos senderos
que España recorre en su esplendorosa carrera triunfal.
Retorno de España que otra vez escribe la gran epopeya
a cuya grandeza nada hay que resista,
que dejó en su cielo
una deslumbrante refulgente huella
bordando su historia con otra Vía Láctea: nueva Reconquista.
Que si en día remoto, con el gran Pelayo, lanzó en Covadonga
el grito entusiasta de la libertad,
a través del tiempo, ese mismo grito, se expande y prolonga
con ecos de triunfo que logró el Caudillo por su heroicidad;
y, UNA, GRANDE, LIBRE, es el imponente
clamor que resuena con ecos sonoros, como el exponente
del hondo sentido de la hispanidad.
Retorno de España, que vuelve afanosa, con ansias de imperio,
dominio de almas, imperio de ideas,
justicia social;
para que así en uno y en otro hemisferio
no alumbren las llamas de incendiarias teas
y vivan los hombres con tiernos impulsos de amor fraternal.
Que en los corazones anide el más puro, noble sentimiento
de fe y religión;
que santos anhelos lleven los espíritus siempre por la altura
y que iluminado se vea el pensamiento
con las claridades de recia cultura
y sanas ideas de paz y cristiana civilización.
Para esta gloriosa, fecunda campaña
cuenta nuestra Patria, con bravos ejércitos, con tropas marciales:
que al volver España
tiene ya aguerridos, valientes soldados
que en triunfo la lleven bajo los esbeltos arcos imperiales.
Son los denodados
héroes triunfadores en la gran Cruzada: los héroes del día
que, con la pujanza y valor ingénito que su pecho encierra,
no saben de miedo ni de cobardía
y España podría
si así lo intentara, extender su imperio a toda la tierra.

¡Naciones y pueblos, razas de dos mundos! Cuando los clamores lleguen a vosotros de una portentosa gigantesca hazaña, sus ecos de triunfo lancen los clarines, doblen los tambores, humillad las frentes, y caed de rodillas: ¡ES QUE VUELVE ESPAÑA!

Extraído de la Revista Villena Azul de 1940. Fiestas