ERASE UNA VEZ UNA BIBLIOTECA QUE... Por… Pilar Díaz Martínez
Tenía libros con historias tan fantásticas que su fama llegó al Castillo de Nuncajamás, Allí vivía la Maga Melusina. Desterrada por los ignorantes, habitaba en un torreón del castillo porque sus conocimientos sobre todas las cosas ponían furiosos a los doctores del reino, que no sabían nada de nada, pero se las daban de muy listos.
De todas las habilidades de Melusina, sin duda la más sorprendente es la de viajar en libro. Sí, sí, habéis leído bien, viajar en libro, así como suena.
Y ocurrió que, un día cuando estaba leyendo supo de una pequeña ciudad que se llamaba Villena donde había niños y niñas, escuelas, mercados, piscina y UNA BIBLIOTECA MUNICIPAL. No la conocía y decidió visitarla.
Así fue cómo se instaló entre nosotros, acompañada de una gran maleta siempre repleta de libros.
En seguida nos hicimos buenas amigas, la verdad es que ambas tenemos mucho en común; adoramos los libros, nos encanta leer porque lo mismo nos divertimos mucho que aprendemos cosas que desconocemos. Melusina se pasaba as horas muertas en mi despacho leyendo y luego me decía qué libros le habían gustado más. Todo transcurría plácidamente hasta que perdió uno de sus zapatos. ¡Ah!, no os había dicho que Melusina, por las noches, cuando cerrábamos la Biblioteca, se ponía sus zapatos mágicos e iba a conocer las bibliotecas de los colegios, y en sus múltiples salidas, ¡zas!, perdió uno de sus zapatos. Ahí empezó todo.
Mandó un S.O.S. a los niños y niñas de preescolar de la casi totalidad de la ciudad, para que buscaran su zapato. A partir de ese momento más de 800 niños y niñas empezaron a buscar el zapato y preguntaron a sus mamás, papás, abuelos, abuelas, vecinos o cualquier conocido que pudiera darles alguna pista.
Pero el Hada Fortuna nos salió al encuentro y el zapato apareció en el «cole». Sólo teníamos un pequeño problema, ¿dónde estaba Melusina? Por suerte pronto los niños y niñas recibieron un gran pergamino en el que les decía que estaba viviendo en la Biblioteca.
Por fin los niños y niñas pudieron conocerla. La verdad es que Melusina era bastante vergonzosa y hablaba poco, pero con la ayuda de los libros supieron de su infancia a través del «Tragasueños» y más tarde, tras superar una prueba, vivimos juntos la historia de «Elmer», el elefante. Al despedirse Melusina nos regaló a todos un medallón mágico sujeto, claro está, al cumplimiento de una serie de pruebas para que favoreciera con sus efluvios a su poseedor.
Entre tanto, nuestra amiga la Maga, había dejado libros nuevos en la Biblioteca del «cole», y a algunos más afortunados, en sus propias casas.
Melusina se resistía a marcharse de Villena tan pronto, así que logró convencer a algunos de los habitantes del Castillo de Nuncajamás para que viajaran con ella en libro y acudieran a la Biblioteca a contar lo que sucedió hace mucho tiempo en el Castillo. A lo largo de este encuentro no fue Melusina quien sorprendió a los niños y niñas, sino éstos a nuestra amiga la Maga. Todos ellos habían preparado una canción, a cuál más sorprendente.
Esta historia llega a su final con el curso. Melusina se fue. A pesar de que los finales de curso son siempre alegres porque vienen las vacaciones y no hay «cole», nosotras estamos un poco tristes sin ella. Antes de marcharse envió a todos los niños y niñas que buscaron su zapato, un cuaderno donde estaban /os /bar de Melusina para que leyeran en verano y también invitó a la Biblioteca a los papás y mamás que participaron con sus hijos de la historia: quería despedirse de todos ellos.
Cuando empecé a trabajar en la Biblioteca Pública Municipal «Miguel Hernández» de nuestra ciudad, hace ya diez años, nunca pensé que tendría a suerte de poder conocer a una maga, y menos conocer a La maga Melusina, cuyo principal don es el de viajar en libro. Esto tiene que ser algo así como el colmo de una bibliotecaria.
Así que hoy, aquí en la Biblioteca, a solas con os libros, estoy segura de que aunque Me usina se haya ido, no nos olvidará y apostaría que de la mano de otros personales, vamos a conseguir que los pequeños de nuestra ciudad sean un día capaces de viajar en libro como lo hace Melusina. Cona ayuda de vosotros, los padres, os maestros y maestras de vuestros hijos y a Biblioteca, conseguiremos que os más pequeños entiendan y vivan el significado de las dos palabras mágicas que Melusina pronunciaba cuando se ponía sus zapatos mágicos: FANTASÍA E IMAGINACIÓN.
Extraído de la Revista Villena de 1992
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