1960 VILLENA, SÍMBOLO

VILLENA, SÍMBOLO

Por Francisco de Aguilar y Paz - Director de la Escuela Social de Madrid

A estimativa es aquella facultad de valorar que corresponde a todo pensamiento cuando está inserto en un órbita de cultura. Valorar es jerarquizar el Universo de acuerdo con una estructura de valores. La estimativa se expresa en juicios de valor, a los que llamaremos por su peculiaridad y polaridad: "juicios de externidad" y "juicios de internidad". Los primeros son los que valoran la cosa o el acontecimiento desde fuera. Los segundos son los que juzgan desde el interior de la cosa o del acontecimiento mismo.

El "juicio de externidad" es siempre un juicio comparativo, que establece un orden de superioridad El "juicio de internidad es un juicio substantivo, nacido del propio ser de la cosa, del núcleo que genera el acontecimiento. En relación con los grupos humanos, pueblos, se da la vigencia de esta doble forma de juzgar. Valoramos un pueblo, primero, por su proceso cuantitativo: superficie, población, producción, economía, etcétera (externidad). Y luego lo valoramos, por lo que el pueblo aporta a la historia viva del presente, por lo que ha sido y pretende ser. Es decir, por aquello que le eleva sobre la tierra y le configura con el universo de la Cultura. Los pueblos adquieren así su "sentido", el ritmo que marca en la materia la huella del Espíritu.

Hemos hecho muchas veces el recorrido en tren, de Madrid a Alicante. Al entrar en esta provincia, nos sorprenden unas luces que fulgen como estrellas en la noche.

Preguntamos a qué localidad pertenecen y nos responden: Villena. Durante el día se nos presenta Villena como un núcleo urbano alojado a la sombra de su Castillo. Conocemos a Villena desde fuera; completemos este conocimiento con los datos de erudición, geográficos, históricos, estadísticos. Pero sólo cuando hemos recorrido sus calles, asomado a sitios pintorescos, subido al Castillo, visitado su Museo, conversado con sus gentes, sólo entonces se nos abre un conocimiento "íntimo" y podemos valorarlo con "juicio de internidad".

Todo pueblo tiene, como todo ser humano. un peso específico, resultante de dividir el peso material, de las obras materiales, por el peso espiritual, de las obras de la cultura. He aquí que encontramos en Villena a un pueblo que aspira a poseer un elevado peso específico. Villena vive en una doble dimensión espacio-temporal. Signa esta dimensión, de una parte, su obra urbana de mejoramiento. Y de otra, la proyección en un meridiano de cultura, que va de la raíz hasta la altura. La raíz se encuentra en la Prehistoria. Pocos lugares de España pueden presentar un Museo de la riqueza y sorpresas de Villena. ¡Cuántas cosas aprendidas en una mañana de luz, bajo la guía y la palabra de don José M.ª Soler. La Prehistoria, que se hace casi historia, en los documentos de piedra, arcilla, metal, que allí se ordenan inteligentemente. Y de esta raíz auténtica, se sube a la altura de una Historia cantada y que se cifra, como símbolo, en el Castillo, en cuya oquedad quedan retenidas las voces del pueblo, los ruidos de su afanoso trajinar. Castillo que en la actualidad está próximo a convertirse en Museo, en lugar de peregrinación para quien quiera saber algo del quehacer español. Raíz seca, prehistoria; árbol seco, castillo, a quienes la inteligencia de Villena han hecho florecer y fructificar, para goce de todos.

Fuerte personalidad la de Villena, acentuada en la llanura, con sus Iglesia y Palacios, símbolos también de la fe y de la lealtad de sus gentes. Fe que es fuente viva de amor, alentada por la dulce Virgen de las Virtudes, y lealtad que es continuidad y afirmación de una conciencia ciudadana.

Villena nos ha dado su lección. Una lección clara, honda, sencilla, en estos tiempos complicados. Ella nos confirmó la doctrina de nuestro Maestro Eugenio d'Ors, cuando decía que un pueblo sale del "exotero" y entra en el "ecumeno" únicamente por la vía del conocimiento. ¡La limpia, luminosa inteligencia, sobre la obscura, terrible, pasajera primacía de la pasión!

Extraído de la Revista Villena de 1960